En estos momentos donde existe preocupación frente a pandemias internacionales y nacionales, las empresas se están ocupando en forma creativa de encarar el negocio y precautelar por la salud de los colaboradores.
Estamos viendo que estas enfermedades tienen un efecto en la economía, las ventas, la logística, de muchos negocios y existe un factor que se vuelve muy vulnerable, quienes gestionan la actividad laboral o los familiares cercanos, se están enfermando o corren riesgo de enfermar, por lo cual, actuar cuidadosamente, pero a la vez con rapidez y astucia se hace indispensable.
Hace algunos años atrás, Great Place to Work investigó sobre la relevancia que tiene la flexibilidad laboral para el colaborador, ubicándose este factor entre los principales motivos de permanencia laboral, por otro lado, se identificó un alza en la necesidad de equilibrio entre la vida personal y laboral; y se destacó la incorporación del trabajo remoto en algunas compañías, como un adelanto al futuro del trabajo. Es posible que las circunstancias actuales, estén acelerando el proceso de adaptación a este tipo de trabajo en las empresas.
El trabajo a distancia o llamado también teletrabajo, es una modalidad laboral, mediante la cual el colaborador en lugar de utilizar las instalaciones de su empresa puede realizar determinadas funciones desde un lugar remoto, un co-work, un café e incluso desde su propia casa.
En América Latina los países con mayor avance con el teletrabajo son: Colombia, Costa Rica, Brasil, Ecuador y Argentina, los beneficios observados en la incorporación de esta práctica son varias, entre ellas, promueve la modernización tecnológica, permite mayor balance, reduce índices de estrés, genera ahorro para las empresas (electricidad, instalaciones, papelería) y en algunos casos de éxito, la implementación ha provocado una mejora en la productividad hasta de un 20%.
En nuestro medio existen empresas que ya tienen incorporada esta modalidad, especialmente en algunas áreas, como la comercial, sin embargo, existe una gran mayoría de organizaciones que aún no lo han contemplado y frente a la coyuntura actual, puede ser muy válido considerarlo.
¿Qué se debe de considerar para implementar el trabajo remoto?
Definición de los cargos que pueden acceder al trabajo remoto, según un estudio de Forbes, el 70% de las profesiones actuales se pueden realizar a distancia, este porcentaje difiere de acuerdo a los rubros en donde se desarrolla el profesional y al cargo. En puestos donde la intelectualidad es mayor, el porcentaje será más alto que para empresas industriales; definitivamente no todos los puestos laborales pueden aplicar al teletrabajo, por ejemplo: los auxiliares de caja, personal de atención al cliente, ventas en tienda, baristas, operarios, maquinistas, etc. Pero si, existen otros con mayores posibilidades, por ejemplo: marketing, contabilidad, analistas comerciales, recursos humanos, entre otros.
Una práctica incorporada por una empresa Great Place to Work, fue la derivación de las llamadas telefónicas de la centralista al celular corporativo, con el fin de que pueda contestar desde casa. Otra empresa incorporó las ventas online y colocó a cierto personal de ventas físicas a atender los requerimientos vía aplicación.
El desarrollo o implementación de la tecnología, toda empresa que opte por el teletrabajo deberá considerar algunos temas tecnológicos, entre los factores a contemplar están: la conectividad, la computadora o herramienta de trabajo, teléfono o medio de comunicación, la accesibilidad a la información, la posibilidad de participar de reuniones online, capacitaciones virtuales.
El equipo de GPTW global viene utilizando la herramienta de Microsoft Teams como plataforma de comunicación y hoy en varios países se ha determinado la opción de trabajo remoto gracias a la facilidad de interconexión y acceso a la información online.
Definición del perfil, una vez identificados los cargos que permitan el teletrabajo y la herramienta que se requiere, se deberá realizar el mapeo de los colaboradores para saber si son elegibles, o bien identificar que requieren para serlo, como ser: capacitación en el manejo de la herramienta, soporte en temas de administración del tiempo, autonomía, autogestión, etc. Determinar un plan paulatino de incorporación a esta modalidad es recomendable.
Una compañía de Ranking GPTW en el año 2018 realizó un levantamiento de las condiciones físicas que sus trabajadores tenían en sus domicilios, con la intención de asegurarse que cuenten entre otras cosas, con el espacio y la ergonomía necesaria para cumplir con su función sin interferir con la vida de la familia.
La regulación como parte de la administración, al ser el trabajo remoto una forma de relación laboral, esta debe ser regulada. En Bolivia aún no existe una ley que contemple el trabajo a distancia, por lo cual, se deberán evaluar los mecanismos para cumplir con la legislación nacional. Internamente se requiere diseñar políticas y normativas que acompañen al trabajo a distancia, así también, el establecimiento y socialización de los objetivos a cumplir. Mientras más claras estén las reglas desde el inicio de esta modalidad, menos contratiempos se tendrá en el futuro, y mejor se sobrellevarán las relaciones. Por lo cual, hay que darse el tiempo para explicar las condiciones y conversar sobre cualquier tipo de consulta previa a la implementación.
Como todo lo que hacemos, hoy nos toca perfeccionar nuestras habilidades de malabaristas para mantener y sostener al negocio y precautelar por la salud y bienestar de los colaboradores, un titánico desafío que requiere de mucha sabiduría, astucia e innovación en estos momentos. La clave como en todo, es la comunicación abierta y transparente para explicar las decisiones internas, pero también para escuchar los miedos, incertidumbre, ideas y sugerencias de los colaboradores. Mantener una comunicación constante a pesar de la distancia puede ser un factor de éxito para quienes hoy estarán dando el paso al trabajo remoto.
Aldana Fernández de Córdova Country Manager Great Place to Work Bolivia