De acuerdo a los datos obtenidos por las diferentes encuestas de Great Place to Work, alrededor del mundo, la equidad, el cuidado de la gente y el propósito del trabajo, son los tres ejes que definirán la posibilidad de contar con excelentes ambientes de trabajo en el futuro.
Los mejores lugares para trabajar son aquellos que logran generar culturas que integran a todos los colaboradores independientemente de la posición que cada uno ocupe, la edad, el género, la orientación sexual, etc.
Pero la misión de integrar a todos es compleja: ¿Cómo logramos integrar y al mismo tiempo diferenciar a cada grupo dentro de las organizaciones para atender las diversas necesidades de cada persona? Para eso, las tres claves que definirán el futuro del clima laboral deben ser abordadas en los dos niveles.
Entendemos la igualdad como ese lugar en donde todos reciben un pago justo, pero también un trato justo y la oportunidad de tener una voz propia que sea escuchada. La necesidad de transparencia es cada vez más un tema prioritario en la agenda de la gente.
En este sentido, el liderazgo centrado en valores, en donde prime la claridad en las decisiones de los jefes será un aspecto crucial en la gestión de las personas. La posibilidad de recibir un reconocimiento especial para cada miembro de la organización es parte de esa percepción de justicia.
Tomando en cuenta datos obtenidos en las encuestas de clima, en Argentina, de 2012 y 2017, muestran que la percepción de los empleados sobre la equidad ha mejorado levemente, pero que dicha evolución no es aun suficiente y requiere de un mayor esfuerzo.
El segundo de los ejes definido como prioritario para obtener excelentes climas organizacionales en el futuro es el del cuidado de la gente. En ese sentido, el desarrollo genuino pasa por diversos lugares dentro de las organizaciones. No se trata solamente de contar con poderosos dispositivos para que los colaboradores avancen en su carrera profesional, sino también de la verdadera preocupación de los líderes por el desarrollo integral de las personas. La tolerancia, el hecho de fomentar el equilibrio entre la vida personal y laboral (no sólo dar permisos para retirarse antes), la preocupación por el otro, etc, son factores que influyen al momento de pensar cómo cuidamos a nuestros colaboradores. Para ello, la reflexión de los líderes sobre estos temas es vital.
Al igual que lo que ocurre con la equidad, aquí también las encuestas, comparando 2012 y 2017, muestran una percepción de mejora. Pero dicho avance es aun tímido en relación a la necesidad de cuidado planteada por los colaboradores. El tercero, pero no por ello menos importante de los ejes del clima laboral del futuro, de acuerdo a la visión de los propios empleados, es la necesidad de encontrarle un propósito al trabajo.
Las personas comienzan a darle un lugar importante a la intención de que el trabajo tenga un sentido más allá de las tareas cotidianas. El ingreso de las nuevas generaciones a las organizaciones potencia esta necesidad que se irá profundizando con el correr del tiempo.
Conectar con el propósito del trabajo o con los resultados alcanzados se combina con la oportunidad de realizar voluntariado, logrando del propósito una meta más integral en la vida de las personas. Aquí también vemos avances de 2012 a la fecha, pero con el correr del tiempo la necesidad de conectar el trabajo con intenciones profundas será cada vez más fuerte y las empresas deberán dar cuenta de esa necesidad. Para esto,la transformación deberá apoyarse en el núcleo central de un buen clima, como es la confianza.