El nivel es cada vez más alto; lo que bastaba hace 20 años para ser excelentes ya no son suficientes hoy.
Algunos aspectos de las empresas siguen siendo tan reales como lo han sido durante décadas. Una empresa exitosa debe tener un modelo empresarial sólido, una estrategia inteligente y una gestión financiera perspicaz. Sin embargo, estos cimientos de la educación empresarial ya no son lo único que hace falta. El camino del éxito de los líderes está evolucionando a un ritmo vertiginoso. Los cambios ocurren con mayor rapidez, la información circula con mayor velocidad, con más transparencia que nunca, y la tecnología le ofrece a cualquier cliente o colaborador el poder de ser escuchado en todo el mundo al instante. Estos son retos únicos de nuestro tiempo y los mejores líderes están respondiendo a ellos.
Por lo tanto, ¿qué hace falta para tener éxito en la nueva frontera empresarial? La clave está en maximizar el potencial humano, que se consigue a través de un liderazgo efectivo, valores y confianza. Si esto se hace bien, se podrá ver innovación y crecimiento financiero.
Juntos, estos seis elementos forman el retrato de un Great Place to Work For All.
El éxito duradero en la actualidad requiere más de lo que muchos líderes esperan. Requiere más de lo que nosotros mismos pensamos en algún momento.
Maximizar el potencial humano es esencial para el éxito tanto de los líderes como de la empresa. Sacar lo mejor de las personas. Permitirles alcanzar su potencial como seres humanos; ser tan creativos, expertos y productivos como sea posible. Esto quiere decir que alcancen hitos que no esperaban alcanzar en términos de los proyectos que llevan a cabo, de las habilidades que desarrollan, de la inspiración que sienten. El trabajo no es un lugar para estancarse ni un lugar tan estresante que se vuelve debilitante. Es un lugar donde la gente se aviva, donde consiguen “enchufarse”. Donde pueden “autorrealizarse”.
Para la organización, la ganancia que resulta de esto es doble. Ser un lugar de trabajo que ayuda a las personas a desarrollarse para ser lo mejor que pueden ser es ya crítico en términos de atraer talento. Los millennials y las personas de cualquier generación en búsqueda de empleo buscan organizaciones en las que puedan crecer personal y profesionalmente. Además de atraer talento, el lugar de trabajo orientado al potencial humano es vital en términos de impulsar los resultados empresariales. En una economía que necesita agilidad descentralizada, innovación constante y encuentros auténticos con los clientes, las organizaciones necesitan colaboradores que entreguen lo mejor de sí mismos.
Todos los empleados. Una organización en la que algunos de sus colaboradores no ofrecen lo mejor que tienen que ofrecer está dejando de ganar todo lo que podría. Acá es donde toma fuerza el “maximizar”. Si no se maximiza el potencial humano , obteniendo lo mejor de cada uno, no se podrá realizar todo el potencial de la organización. Y, con el tiempo, esto acarrea problemas, porque la competencia está trabajando para conseguir todo el potencial de sus empresas.