Existen prácticas que promueven el balance con la vida personal e impactan profundamente en el bienestar de los colaboradores. Sin embargo, estas solo pueden prosperar en entornos donde la confianza es el pilar fundamental, ya que es precisamente esa confianza la que permite cumplir el propósito de equilibrar el trabajo y el tiempo libre.
Estas prácticas están diseñadas para brindar a los colaboradores la capacidad de desconectarse del trabajo fuera de su horario oficial, protegiendo su salud mental y su tiempo personal.
Es por ello, que para que estos cambios realmente se implementen, la confianza entre todas las partes involucradas debe ser sólida.
Confianza entre lideres y colaboradores
Para que este hábito de balance sea efectivo, la confianza debe ser una calle de doble vía. Los líderes necesitan creer en la capacidad de sus equipos para cumplir con sus responsabilidades dentro del horario laboral, sin necesidad de ejercer una supervisión constante.
Al mismo tiempo, los colaboradores deben sentir la seguridad de que desconectarse después de hora no será visto como falta de compromiso ni les traerá consecuencias negativas. Este equilibrio genera respeto mutuo, fomenta la participación y potencia la productividad. Sin confianza, los colaboradores podrían sentirse ansiosos por desconectarse, preocupados por perderse algo importante o ser percibidos como poco comprometidos.
Confianza en entornos de trabajo remoto e híbrido
Con el aumento del trabajo remoto y los esquemas híbridos, donde la línea entre el trabajo y la vida personal se difumina con facilidad, la confianza se vuelve aún más fundamental. Los líderes deben tener la certeza de que sus equipos remotos están gestionando su tiempo de manera eficiente, mientras que los empleados deben confiar en que sus jefes respetarán su tiempo personal y no aprovecharán su estatus remoto para invadirlo. Una comunicación clara sobre las expectativas respecto al contacto fuera de horario es clave para cimentar esta confianza.
Construyendo una cultura de confianza
Es esencial transformar la cultura laboral. Las empresas deben dejar atrás la idea de estar siempre 'disponibles' y empezar a priorizar el bienestar de sus colaboradores, respetando su derecho a desconectarse. Los líderes tienen un rol clave en este cambio: al establecer el ejemplo y evitar enviar correos electrónicos fuera de horario, inspiran a sus equipos a hacer lo mismo. Una cultura basada en la confianza no solo protege el tiempo personal de los colaboradores, sino que también les da la seguridad de disfrutarlo plenamente.
Confianza y cumplimiento de las normas
En última instancia, la confianza es el cimiento para garantizar el equilibrio. Los colaboradores deben sentirse seguros al expresar sus preocupaciones cuando perciben que algo no se está cumpliendo, mientras que los líderes tienen la responsabilidad de escuchar y actuar con seriedad. Dar prioridad a la transparencia y la confianza fortalece el ambiente laboral, promoviendo el respeto mutuo y aumentando las probabilidades de la cultura laboral sea positiva.
En conclusión, la confianza es el elemento que une todo: el motor que permite que estas prácticas prosperen, creando una fuerza laboral más comprometida, equilibrada y productiva.