El mundo evoluciona, la economía, las empresas, hasta la gente. Al punto en que las cualidades esenciales de los seres humanos – aspectos como la pasión, la creatividad y la disposición a trabajar juntos – son ahora esenciales. Los cambios sociales y tecnológicos están creando oportunidades y retos para las organizaciones en su búsqueda de atraer mejor talento y conseguir clientes. El panorama competitivo cambia rápidamente, premiando la agilidad y redefiniendo lo que ello significa.
Paralelamente más personas, de trasfondos más diversos, están alzando la voz y logrando que se las escuche. Los millennials en busca de trabajos que ofrezcan sentido, equilibrio y desarrollo profesional; con los valores como primer filtro ante todo lo que consumen. Las mujeres también se están haciendo oír compartiendo las injusticias a las que se enfrentan en su lugar de trabajo a través de las redes sociales, demandando igualdad.
Todos estos cambios implican que las organizaciones deben superar una barrera más alta para crear culturas que incluyan y no dividan, que acerquen y no distancien. Culturas que acojan a todas las personas. Y esto no es simplemente una cuestión ética y moral. Las empresas no solo buscan ser inclusivas y diversas por caridad. Nuestros estudios de los últimos años muestran que los excelentes lugares para trabajar For All, PARA TODOS, no solo son mejores para las personas sino también para el negocio de la empresa. Está demostrado que las organizaciones For All crecen tres veces más rápido.
Y en esta economía emergente la pregunta es ¿Cómo lograrlo? El horizonte de las empresas está en mejorar los resultados desarrollando hasta la última gota del potencial humanos. Y la respuesta sigue siendo la CONFIANZA. Seguimos creyendo en que los altos niveles de confianza de los líderes con su equipo son la base de una organización sobresaliente. Pero ahora falta algo más. Es necesario cerrar los ojos, limpiarse de todo prejuicio y quedarse con lo que realmente le importa a la empresa. Que tiene cada colaborador para ofrecer sin importar si es hombre o mujer, de donde viene o en que cree. Darle la oportunidad a lo distinto brinda nuevas opciones, soluciones que antes no se contemplaban. Nuevos resultados.
Cada empleado importa en una economía que se basa en la conectividad, la innovación y en cualidades humanas. Crear culturas inclusivas donde todos tengan un lugar sin importar quienes son o que hacen en la empresa es el camino. Un excelente lugar para trabajar es cuando es PARA TODOS.