Muchas organizaciones ofrecen tutoría de una forma u otra, pero diseñar y ejecutar un programa que sea realmente impactante es más difícil de lo que parece.
Un programa de mentores exitoso debe tomarse el tiempo para hacer combinaciones cuidadosas, ser flexible en su acercamiento y enfocado en sus objetivos, e impulsar una conversación genuina que beneficie tanto a los mentores como a los aprendices.
Un programa que logre todas estas cosas será una herramienta vital para abordar la cantidad de desafíos que las mujeres a menudo enfrentan en el lugar de trabajo.
Ejecutar un programa de tutoría impactante tiene beneficios generalizados. Genera confianza, ayuda a identificar problemas y sus soluciones de manera oportuna y enfatiza que ofrecer al personal un apoyo significativo es una prioridad para la organización.
También es una forma importante de retener al talento involucrado y evitar que las mujeres abandonen su experiencia laboral, tanto al demostrar apoyo al personal como al adquirir comentarios honestos, que pueden ayudar a que las políticas y los procesos sean más adecuados para su propósito.
Si bien el COVID-19 ha sido un desafío para todos, nuestro reciente informe Padres en los mejores lugares para trabajar™ reveló que la pandemia ha desencadenado una crisis parental. Entre los 440.000 colaboradores encuestados en 1.244 organizaciones, las mujeres de color se han visto afectadas por esta crisis de distintas formas.
Las organizaciones tienen el deber de cuidar a todo su personal, pero considerando los desafíos únicos que enfrentan las mujeres en el lugar de trabajo en este momento, debemos preguntarnos, ¿qué pueden hacer las organizaciones para apoyar a sus colegas femeninas durante este momento difícil?
El Banco Standard Chartered obtuvo la Certificación™ de Great Place to Work® y es un grupo bancario internacional con diversidad en su núcleo. Reconociendo que fomentar el talento diverso es un factor clave para el crecimiento organizacional, el banco ejecuta programas de tutoría en muchos de sus 59 mercados internacionales, incluido Estados Unidos.
Nancy Wisniewski, directora de operaciones de América del Standard Chartered y defensora de su Red de Igualdad de Género, habló recientemente con Great Place to Work® sobre cómo los programas de Standard ayudan a mantener la motivación y el apoyo del personal femenino.
Aquí hay cuatro pasos para crear un programa de tutoría en el lugar de trabajo para mujeres que realmente funcione:
Adoptar un enfoque personalizado que combine cuidadosamente a mentores y aprendices es un primer paso fundamental. Al establecer claramente lo que necesita el aprendiz y tomarse el tiempo para identificar un mentor adecuado, podés diseñar un programa impulsado por el impacto que facilite conversaciones significativas y genere oportunidades genuinas para aprender y crecer.
El tipo de apoyo que se necesita obviamente será diferente. Un colega que se enfrenta a desafíos específicos en torno a la promoción o el avance buscará una orientación diferente a la de alguien que lucha por encontrar el equilibrio entre el trabajo y la vida. Como tal, el mentor adecuado podría ser alguien con experiencias similares, tal vez un líder más senior en la misma área comercial, o alguien mucho más alejado que pueda brindar una nueva perspectiva.
"Para algunos programas de tutoría más formales, también tenemos 'perfiles personales' de los mentores potenciales", dijo Nancy. "Esto significa que nuestros aprendices pueden ver con quién creen que podrían conectarse mejor y comunicarse con ellos para una conversación inicial que ayudará a informar las opciones de emparejamiento".
Una vez que haya emparejado un par, deben tomarse el tiempo para conectarse correctamente. “Resista la tentación de sumergirse de lleno en la resolución de problemas y el asesoramiento profesional”, añadió Nancy. “Es importante generar confianza y química conociéndonos a nivel personal. Recordá, una relación de mentoría es como cualquier otra: se necesita tiempo para desarrollarse".
Es importante establecer reglas claras de participación desde el principio. Incluso antes de la primera sesión de tutoría, todos los involucrados deben comprender cuáles son los objetivos del programa de tutoría y cuáles no.
Cuando se trata de problemas relacionados con la carrera, no es raro que las personas se registren para recibir tutoría cuando lo que realmente buscan es un patrocinio. Comprender la diferencia entre la función de asesoramiento de un mentor y la función de promoción de un patrocinador ayudará a reducir la decepción a largo plazo.
Ambas partes deberían estar de acuerdo con una serie de expectativas. ¿Cuánto tiempo esperas dedicarle? ¿Con qué frecuencia se van a reunir? Asegurarse de que los compromisos sean realistas ayudará a mantener el impulso. Pero acudir a las reuniones sin estar preparado o reprogramarlas constantemente probablemente haga que la mentoría se esfume.
“Sabé lo que querés lograr y sé claro en la pregunta”, dijo Nancy. "Si bien es genial construir una relación cordial en la que podés hablar con franqueza y compartir historias de vida, también es importante mantenerse enfocado en los objetivos del programa de mentores y asegurarse de que las sesiones sean efectivas".
Nancy también observó que "es una buena idea tener un punto de control a mitad de camino para que los mentores y aprendices vean cómo van las cosas, así como uno al final para compartir las lecciones aprendidas que pueden impulsar mejoras en los programas futuros".
Un programa de tutoría impactante debe impregnar todos los niveles de la organización; no solo emparejará a los líderes senior con los junior. Esto proporciona una selección más amplia de posibles parejas mentor-aprendiz y facilita el enfoque personalizado que ya hemos cubierto.
Dependiendo del desafío, un aprendiz podría necesitar a alguien cercano a su nivel de experiencia, o alguien que esté mucho más adelantado en su carrera.
Del mismo modo, es posible que la mejor estructura de tutoría no sea uno a uno. Algunas personas se beneficiarán más de una experiencia de mentoría individual y dedicada, mientras otras podrían prosperar en una configuración de círculo de mentoría más colaborativa.
Y la tutoría no tiene por qué detenerse en el lobby; también puede extenderse a la comunidad, ofreciendo a los aprendices la oportunidad de compartir sus aprendizajes de la experiencia de tutoría al brindar capacitación de tutoría a los jóvenes al comienzo de sus carreras.
Nancy, quien fue mentora de emprendedoras en la Incubadora de Mujeres en Tecnología en el City College de Nueva York, agregó que asumir un rol de mentora en la comunidad local la ayudó a reflexionar sobre sus propios desafíos profesionales.
“Cuando escuché a los estudiantes hablar sobre los obstáculos que enfrentan en esta etapa temprana de sus carreras, me puse a pensar en lo que puedo hacer para ayudar. ¿Puedo ampliar su red? ¿Qué experiencia puedo compartir? La oportunidad de convertirse en mentor puso en marcha un proceso de autorreflexión. Al estar en el 'otro lado' y asumir ese papel de mentor, también aprendí a asumir un papel mucho más activo en el desarrollo de mi propia carrera ".
Cuando los aprendices experimentan los beneficios de ser un mentor, vemos el valor de un programa de mentoría impactante que funciona en ambos sentidos. Todos los participantes deberían poder beneficiarse.
Como tal, es importante diseñar un programa de tutoría con un aspecto de tutoría inversa para garantizar que no se olviden de las necesidades del mentor.
Esto ayudará a mantener la confianza en la organización. También es una forma eficaz para que los líderes senior obtengan información genuina sobre si una iniciativa o estrategia en particular está funcionando bien. Si bien hay otras formas de tomarle el pulso a la moral dentro de una organización, la tutoría inversa es sin duda una herramienta útil para la retroalimentación oportuna.
Además de la inteligencia in situ, la tutoría inversa también puede ser una excelente manera de transmitir habilidades particulares. En los últimos años, muchas organizaciones han solicitado la ayuda de su personal nativo digital millennial para ayudar a mejorar las habilidades de sus colegas.
Una organización que se compromete a demostrar que se valoran todos los rincones de la reserva de talentos, no solo los más senior o los más antiguos, probablemente sea una que nutra y retenga el talento en los años que le siguen.
Invertir y retener a las mujeres jóvenes ayuda a mantener un grupo de talento diverso que está listo para la transición al liderazgo senior en el futuro, lo que ayuda a construir equipos de gestión más diversos que pueden constituir los mejores lugares para trabajar.
Pero la tutoría no es solo un avance en la cultura organizacional; debemos recordar que las mujeres en cualquier etapa de sus carreras pueden estar luchando con desafíos fuera del lugar de trabajo y el oído atento de un mentor puede marcar una diferencia real.
Es una gran vergüenza cuando las mujeres talentosas y motivadas se ven obligadas a abandonar sus florecientes carreras porque no tienen el apoyo que necesitan. Un programa de tutoría impactante es una forma de maximizar el potencial humano para brindarles eso. ¡Otra forma de asegurarse de que las fallas en el lugar de trabajo no queden sin resolver es mantenerse atento!
¿Aspirás a ser un excelente lugar para trabajar donde las mujeres puedan prosperar?
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